Sabine
Dedenbach-Salazar Sáenz,
Nathalie Boecker & Katja
Hannss
Equipo DobeS (Dokumentation bedrohter Sprachen), Alemania
Hasta la fecha no está clara la
relación entre las variedades conocidas norteña y sureña del uru-chipaya. Como estas variedades
geográficas deben haber perdido el contacto cuando ya no se hablaba la lengua en
todo el “eje acuático” (Titicaca – Desaguadero – Poopó/Coipasa), se podría suponer
que se hayan ido separando más durante estos últimos siglos. Pero los indicios
mencionados por Wachtel y algunos hablantes de los
pueblos de Irohito y de Chipaya ya indicaban una cierta inteligibilbidad mutua entre ambas
variedades.
La fallecida lingüista Liliane Porterie-Gutiérrez estuvo
en Irohito a comienzos de los años 1980, y el Museo de
Etnografía y Folklore de La Paz tiene en su archivo un caset con grabaciones que hizo ella en este lugar donde
ahora la lengua está extinta. El equipo de nuestro proyecto de estudio de la
lengua chipaya ha tenido la oportunidad de hacer
escuchar estas grabaciones a algunos miembros de la comunidad de Chipaya los que han entendido el contenido sin problemas.
Aun teniendo en cuenta las implicaciones metodológicas de este procedimiento,
resulta pues que estamos ante una nueva evidencia sobre la relación de ambas
variedades, la norteña y la sureña, y podemos confirmar que éstas están
estrechamente relacionadas y son inteligibles mutuamente. Por eso se puede
hablar ahora con bastante certeza de que se trata de una lengua uru-chipaya. |